Una vida de adicción.

Hola a todos, leyendo los cientos de diferentes historias de este foro me doy cuenta de que soy de los más veteranos o quizás a mi edad, pasados los 40, pocos se pronuncian al respecto. Tengo sensaciones entre la envidia sana, la esperanza y la confianza en muchos de vosotros que escribís narrando “largos años de adicción” teniendo apenas 20 o 25 años, siento que he tirado mi vida a la basura.

Breve introducción

En mi caso comencé con esto del PMO alrededor de lo 14 años, principios de los 90’s, tirábamos de revistas que nos pasábamos de unos a otros, videoclips de la MTV (cuando aun era una cadena musical) y películas convencionales donde la actriz que te gustaba enseñaba un mínimo de carne. Más tarde apareció Internet, los chats y ese universo capturó mi vida durante lustros hasta ahora. Mi vida, como la de muchos aquí supongo, consta de un escaparate donde muestro una fachada convencional y sin embargo alberga un interior lleno de sombras y secretos que no queremos que nadie, ni siquiera la familia o amistades más cercanas, conozcan. Quizás hay ciertos indicios que podrían darle a uno pistas de que algo va mal, una persona con muchas amistades, estudios superiores, afable y muy sociable, que luego en realidad no ha conseguido nada en la vida, que tras algunas relaciones finalmente termina viviendo sólo, que a pesar de un título superior y una buena formación, no alcanzó a más que a tener un trabajo muy precario, en los estratos más bajos de la sociedad y con apenas ingresos. Alguien en quien muchos ven el reflejo de a dónde no les gustaría llegar, es algo que ves en la mirada de la gente. El individuo perfecto a la que señalar, disimuladamente, con tus hijos delante y decirles cómo pueden acabar si no estudian. El ciudadano idóneo del que sentir pena y condescendencia. Alguien que no supo luchar en su momento y teniéndolo todo, parece haberse rendido en todos los aspectos de la vida.

Vida amorosa

Nunca fui un Don Juan, siempre, incluso ahora podría decir que me conservo relativamente bien, hago deporte con asiduidad, conservo el cabello y un buen físico, también saludable, buena dentadura y manejo ciertas dotes sociales. A pesar de ello mis relaciones amorosas pueden contarse con los dedos de las manos y con grandes lagunas, siempre de varios años entre una y otra. Como un ejemplo, en la actualidad llevo otra racha (una de tantas) de cinco años en soledad y cuando hablo de soledad es total soledad, sin nada, absolutamente nada de sexo con otras personas, ninguna relación ni contacto con nadie del género femenino… Cinco años, se dice pronto y así ha transcurrido mi vida desde la adolescencia, períodos de tres, cuatro años sin relaciones, esa carencia del que es un aspecto vital que todo ser humano debería poder suplir, de forma relativamente fácil ha sido como un estigma que he vivido siempre. Quiero dejar claro que, aun habiendo tenido pocas parejas, siempre he sido muy selectivo tanto en el plano intelectual como en el físico con ellas y no podría quejarme, mujeres muy bellas e inteligentes, pero esta actitud quizás es también una de las causas de una particular escasez de relaciones, en pos de una calidad mayor, quizás demasiado idealizada.

Consciencia del problema

Comencé a saber sobre el problema relacionado con el PMO hará unos 10 años y no sé ya cuántas hojas y plannings habré impreso para ir tachando días limpios de un listado, con la férrea esperanza de abandonar el hábito, el objetivo soñado de llegar a un récord de treinta días limpio, un récord que durante estos diez años ha sido un continuo goteo de hojas arrugadas tiradas a la basura, “cartas sagradas” prometiéndome no volver, nuevas hojas a medio llenar de nuevo echadas a perder por una recaída tras otra, artículos, manuales de los 12 pasos, oración, libros, audiolibros, podcasts. Diría que he tocado fondo, pero en realidad creo que llevo algunos años ya en el fondo.

Es la primera vez que escribo sobre ello, de forma tan cruda y sin ambages, como contándoselo a otra persona además de a mí mismo, las palabras fluyen con naturalidad y sé que el momento decisivo será cuando tras leer el texto tenga que dar al botón de enviar y compartir esta gran y oscura parte de mi vida con otras personas. Creo que es un gran paso para mí. Sí, sé que no es como hablar con un amigo de toda la vida y realizar una descarnada confesión mirándole a los ojos y pidiendo ayuda, sé que no es lo mismo. Tampoco estamos hablando de un record, 24h. a muchos les causará casi risa, pero es un paso. Quizás otro más después de casi 30 años de adicción.

La promesa

Bien, escribo este texto después de, como ya dije, 24horas limpio, si es que en mi caso podría decirse que podré volver a sentirme limpio alguna vez en mi vida. Quiero tomar las riendas de una vida que en no pocas ocasiones he dado por perdida, quiero pensar que de una vez por todas acabo con esta maldita basura, este asqueroso cáncer que hasta ahora ha gobernado gran parte de mi vida, en casi todos sus aspectos.

Dicen que muchas veces no comenzamos a mejorar y pasar a otro nivel hasta que tocamos fondo, que muchos nunca podemos llegar a cambiar si no es hasta haber experimentado el dolor más amargo y agrio. Pues bien, no puedo seguir experimentando este dolor, empieza a ser demasiado, no puedo seguir viviendo de esta manera, me resulta increíble que dada mi situación, no haya alcanzado una degradación mental dramática que desemboque en trágicos acontecimientos y haber mantenido el control durante tanto tiempo, estamos hablando de décadas!

Sí, tengo un plan y quiero cumplirlo, quiero sentir que aun puedo salir, mejorar y alcanzar metas. Vivo una vida que siento que no es la que debería de estar viviendo y la sensación de que puedo dar mucho más de mí. Para todo aquel que haya tenido el coraje de llegar hasta este punto del texto sólo darle mi agradecimiento por haberme leído/escuchado y manifestar mi firme decisión de seguir luchando, hasta la muerte si es necesario con esta mierda que odio con todas mis fuerzas. Espero seguir por aquí, leyendo vuestros logros y proyectos, espero poder seguir escribiendo los míos. Que estas primeras 24h marquen la diferencia no se decidirá en unas cuantas palabras escritas, sino en hechos. Gracias y ánimo a todos los que aquí estamos porque somos auténticos luchadores.