1. Welcome to NoFap! We have disabled new forum accounts from being registered for the time being. In the meantime, you can join our weekly accountability groups.
    Dismiss Notice

Me masturbo y miro porno desde los 11, tengo 44

Para usuarios Hispanoparlantes que deseen comunicarse en español.

  1. MarkosF

    MarkosF Fapstronaut

    7 - MIS ÚLTIMAS PRÁCTICAS CON PMO

    Bueno hermanos, ahora quiero contar cómo venían siendo mis encuentros con el PMO en los últimos años, antes de empezar a reiniciar. Creo que, como lo estoy haciendo hasta ahora, compartirlo acá es una manera de “exorcizar esos demonios” que anidan en mí y también clarificar mi autoconocimiento para lograr un proceso de sanación realista y efectivo, en la medida de lo posible.

    Como conté en mis primeros posts, últimamente me estaba aburriendo del porno convencional. Ya había buscado y probado excitarme con todo tipo de géneros, que incluyen porno hetero (siempre con presencia de hombres), pero principalmente porno gay en casi todas sus variantes y con distintos morbos y fetiches, hasta un poco de zoofilia.

    Luego de mi crisis existencial que sucedió en torno a mis 35 años, empecé a reconocer y asumir dos cosas interconectadas y fundamentales: -1- que soy adicto al PMO, y -2- que estoy atrapado en esta adicción debido a la atracción predominantemente homosexual que tengo desde mi temprana adolescencia. Ya di mis opiniones fundamentales con respecto a esta atracción, pero voy a complementar algunos puntos y narrar concretamente mis últimos hábitos de PMO.

    Por esa época me puse a investigar sobre homosexualidad, comenzando a entender que dicha atracción se relaciona con mi total falta de vínculos íntimos “sanos” con mis pares, ya desde mi preadolescencia, lo que siempre me ha llevado inconcientemente a erotizar (casi siempre sólo en mi mente, no en actos reales) la mayoría de mis relaciones de amistad o acercamiento con mis pares. A consecuencia de este entendimiento (por circunstancias de mi vida que no vienen al caso) empecé a tener algunas oportunidades espontáneas de generar vínculos de camaradería y cierta intimidad no erotizada con otros varones de mi entorno. Puedo decir que en general me ayudaron a perder un poco mi vergüenza y a romper algunos tabú con respecto a mis complejos de inferioridad, tanto físicos como síquicos, en lo que se refiere a mi vida sexual. En general fueron experiencias positivas, pero ninguna hasta ahora se dio con la total honestidad, comprensión y constancia imprescindibles para lograr resultados sanadores exitosos y duraderos.

    Por lo cual, a pesar de empezar a sentirme con más autoconfianza tanto frente a mí mismo como frente a los demás varones, seguí padeciendo ese sentimiento permanente de frustración y desolación con respecto a mi atracción sexual no deseada hacia ellos. Y como estaba perdiendo ciertos temores de mostrarme a mí mismo en esta situación (esta es la parte “negativa” de ese momento de mi proceso) empecé a sentir la necesidad y la curiosidad de involucrarme más íntimamente con otros hombres en la misma situación de PMO y atracción homosexual, dado que no podía encontrar ningún varón "normal" que estuviera en condiciones de asumir este rol conmigo. Pero a diferencia de lo que estoy haciendo en este foro (donde hay una explícita intención de antemano de buscar ayuda seriamente para SALIR de estas adicciones y atracciones), empecé a entrar a chats sexuales, o sea, a sitios donde la gente entra implícitamente buscando sexo virtual e incluso real, y yo también entraba ahí con la misma intención, en última instancia. Para bien o para mal, era la alternativa más fácil, rápida y cómoda de encontrar un rato de intimidad (aunque malsana) con otros hombres en situación parecida a la mía.

    En los chats entraba con esta estrategia: buscar otros hombres que expresaran historias de vida, gustos, “morbos”, similares a los míos, entrar en diálogo con ellos y, en principio, compartir nuestras historias mutuamente. En esto yo tenía una necesidad más o menos conciente de entablar vínculos “íntimos” genuinos en busca de esa estima y aceptación (que expliqué en posts anteriores) ante mí mismo y ante otros varones, y también un deseo de conocer otras experiencias e historias de vida con el objetivo de comparar, aprender y sacar conclusiones útiles a mi situación. Si bien eran encuentros virtuales, no descartaba algún encuentro real (que nunca se dio) en la medida que la relación se intensificara. El gran problema es que ya de antemano yo también tenía esa fuerte y no deseada necesidad de EROTIZAR ese vínculo, por lo que el propio diálogo se convertía en un elemento de excitación mutua, y de hecho yo me masturbaba casi todo el tiempo que me estaba comunicando con los otros.

    Nada más contraproducente para mi problema, y totalmente contrario a lo que estoy experimentando en este foro y con los hermanos con los que interactúo acá. Además de que la mayoría de lo que contaba sobre mí era exagerado, distorsionado, o directamente falso, mientras que acá estoy contando la más absoluta verdad de toda mi intimidad sexual.

    Al principio eran contactos por escrito, pero cuando había oportunidad incorporaba la webcam. Cuando encontraba alguien dispuesto a hacerlo, nos conectábamos por la cam, con lo cual agregábamos el elemento visual y oral. La práctica era siempre la misma, mostrarnos desnudos mientras nos masturbábamos, y el fin del juego era acabar la paja al mismo tiempo. El problema se agravó y se me hizo más adictivo cuando, por “casualidad”, uno de estos contactos de chat me comentó (esto fue hace unos 2 años) que existen algunos sitios web donde ya encuentras gente de todo el mundo directamente conectada a la cam y van pasando aleatoriamente. Eso me facilitó la búsqueda, porque ya íbamos al grano, mostrando y mirando al mismo tiempo, mientras elegíamos compañero según nuestros gustos. Y sinceramente he tenido bastante éxito ahí, siempre logré enganchar con otros tipos de mi gusto para sesiones virtuales de masturbación simultánea con “final feliz”. Esto ha sido droga pura para mí, es como el clímax de mi atracción no deseada (erotización con otro hombre similar a mí) sumado a mi peor adicción (masturbándonos juntos en tiempo real), desde la comodidad de una computadora en mi casa. Hasta el punto que casi dejé de mirar porno (inclusive ya no me excitaba el porno hetero, y sólo miraba un poco de porno gay, principalmente hombres masturbándose).

    Esta fue mi nueva modalidad de PMO, la empecé alrededor de los 38-40 años y se convirtió en mi gran adicción hasta este último año 2022 en que decidí tratar de salir de este infierno. En esta decisión también influyó que últimamente fui cayendo en la cuenta de que esta práctica es peor que simplemente mirar porno. Porque yo mismo me estoy convirtiendo también en una especie de “actor porno” que estoy excitando a otras personas con mi propio cuerpo y mis prácticas, y hasta logrando que se masturben y acaben gracias a mí. Lo empecé a sentir como una especie de prostitución, de exhibicionismo, que me deja un peor sentimiento que el PMO que practicaba antes (solamente como espectador), me sentía más egoísta y culpable con esas personas, seres humanos reales como yo, que a lo mejor también están luchando como yo con su PMO o su atracción homosexual, y yo en vez de ayudarlos estoy colaborando a que sigan hundidos en su problema, hundiéndome yo con ellos.
     
    Last edited: Jan 4, 2023
  2. MarkosF

    MarkosF Fapstronaut

    Gracias hermanito @Andres_Tracker, me da mucha alegría saber que te está sirviendo mi historia y que te estás decidiendo a hacer algo por clarificar tu problema y empezar a solucionar lo que se pueda. También lo escribo para otros compañeros como tú, porque sé que hay mucha confusión y falta de información, incluso de investigación científica, sobre estos temas, y generalmente nos dicen "acéptate como eres y disfruta la vida"... Pero yo jamás me conformé con eso, siempre supe que hay algo "mal" en mí que me hace infeliz, y que para poder buscar cualquier tipo de solución primero tengo que identificar claramente el problema y tratar de entender de dónde surge y cómo actúa. Todo lo que nos dicen las "ideologías" es pura mentira seudocientífica. Tengo muchas más reflexiones para hacer, de a poco me irán saliendo, pero cuando quieras hablar ya sabes que estoy para lo que necesites.
     
  3. MarkosF

    MarkosF Fapstronaut

    8 - MI PROCESO DE EROTIZACIÓN PREADOLESCENTE

    Continúo mi restrospección y mis reflexiones, que como ya dije antes, es la única forma que tengo de “exorcizar estos demonios” que llevo dentro, de romper como con un hacha muchos tabús y fijaciones frente a mí mismo y frente a otras personas (principalmente varones como yo, en situaciones más o menos parecidas o análogas, con los que me puedo sentir en parte identificado, comprendido y no juzgado ni rechazado). Y en definitiva, en esto consiste básicamente mi proceso de “sanación” que tanto menciono y ansío. Para eso estoy aquí, por fin.

    En mi niñez, mi relación con la desnudez entre varones (y especialmente con los órganos sexuales masculinos) fue sólo con mi hermano y mi padre. Desde pequeño y hasta más o menos mis 7 u 8 años, de vez en cuando mi padre (que generalmente estaba poco tiempo en casa) nos llevaba a la ducha a mi hermano y a mí para bañarnos los tres juntos. No crean que esta práctica sea perjudicial para un niño, todo lo contrario, ducharse con el progenitor del mismo sexo es lo que más recomiendan los sicólogos serios, experimentados y con criterio correcto, como una de tantas formas para evitar o tratar de corregir posibles desviaciones, disforias o confusiones de género en los niños, que tarde o temprano pudieran desembocar en atracción homosexual.

    De hecho, este momento de la ducha yo lo vivía con una gran felicidad y con total inocencia, es decir, sanamente, como debería ser siempre. Mi padre en esos años era un hombre joven y sano, muy peludo, y yo observaba su cuerpo grande todo cubierto de pelos (principalmente su pecho, sus piernas y su culo), su pene de piel oscura y arrugada bajo una gran mata de pelos negros, y sus huevos también oscuros, muy colgantes y bamboleantes, como de toro (todo lo cual muy parecido a mí en mi edad adulta). Y a mis ojos de niño todo eso me parecía muy grande, curioso y sorprendente. Pero mi sentimiento íntimo era puro, sentía como una especie de orgullo y admiración hacia mi padre, creía que su cuerpo y sus órganos eran así (distintos a mí y a mi hermano) simplemente porque así era mi padre, como que era una característica sólo de mi padre, por el sólo hecho de ser mi padre, y que a mí sencillamente no me correspondía ser como él desde mi condición de niño. Todavía no trasladaba en mi mente el concepto (demasiado abstracto para mi edad) de que así como era mi padre, algún día yo debería ser también como él, ni mucho menos, que así como era mi padre, son en realidad todos los varones adultos del mundo.

    Este proceso natural y normal en la siquis del niño, de identificación física, corporal y conductual con el varón adulto (generalmente, su padre), en mi caso se vio truncado (al día de hoy estoy convencido de eso) por dos factores que con mucho trabajo he logrado identificar en mi proceso de autoanálisis: -1- el progresivo y paulatino alejamiento de mi padre en la intimidad padre-hijo (justo en los años clave del desarrollo del varón), y -2- mi acceso violento y prematuro al porno (como ya lo conté en mis primeros posts en este diario).

    Nunca he culpabilizado a mi padre ni por lo primero ni por lo segundo, ni le guardo ningún sentimiento de reproche, odio o rencor. Creo que, con sus falencias humanas y problemas personales y familiares como toda persona, no supo lidiar conmigo en el primer aspecto, ni supo prever y tener precaución con el segundo aspecto.

    En el momento de mi prepubertad nació otro hermano varón, hacia el cual mi padre volcó desde entonces su mayor atención emocional y dedicación masculina. Hoy estoy entendiendo que, si bien mi padre nunca dejó de quererme y de atender a nuestras necesidades básicas, ese hecho puedo identificarlo como el origen de mi “vacío de padre” en mis años clave del desarrollo de mi sexualidad. Aquel hombre joven, alegre, comprensivo y peludo, con el que era feliz en la ducha y en los juegos de niño, ya no lo sentía más cerca de mí ni comprensivo en esta nueva etapa de mi vida. La felicidad y confianza que sentí con él de pequeño para ponernos desnudos físicamente, ya no la volví a sentir para ponerme frente a él “desnudo” moralmente en mi pubertad y adolescencia. Aunque duele y cuesta decirlo por primera vez en mi vida, me sentí de alguna forma rechazado por mi padre, sustituido en el amor y la atención masculina de mi padre. Hé aquí mi “herida sicoafectiva narcisista” que tanto menciono.

    La irrupción violenta del porno en mi vida, de la forma que ya conté en mis primeros posts, vino a agregar a esa “herida sicoafectiva narcisista” el elemento de EROTIZACIÓN, con lo cual el cóctel para la “atracción homosexual” (digámoslo ya de forma clara y sin tanta delicadeza: para ser “MARICÓN”), estaba ya preparado con todos sus ingredientes.

    Sin haber llegado todavía a identificarme en mi siquis con el cuerpo grande y peludo de mi padre, con su pene oscuro y arrugado, con sus huevos colgantes, con su culo peludo, de los cuales sentía orgullo y sana admiración cuando era niño, descubrí de golpe estos mismos cuerpos varoniles en el porno, iguales a mi padre, pero ahora no de una forma sana como cuando me duchaba con él, sino de una forma malsana y pervertida con hombres extraños y en actitudes puramente sexuales y degradantes. El cuerpo de varón, y principalmente el pene, que yo no había podido todavía “aprehender” y “apropiarme” correctamente en mi siquis de púber, se convirtió desde entonces, con ayuda del porno, en objeto de erotización, en fetiche “inaprehensible” e “inapropiable”, con la fijación obsesiva y compulsiva que sólo puede suceder en la mente inmadura y plástica de un niño que está recién pasando a su edad adulta. En esto consiste (creo modestamente después de tantos años de investigaciones) la insaciable y frustrante atracción homosexual.
     
    Last edited: Jan 4, 2023
  4. MarkosF

    MarkosF Fapstronaut

    Día 19 totalmente libre de porno y cualquier sucedáneo real, virtual o imaginario (mi "objetivo primario" de reinicio), y día 5 después de mi última masturbación/eyaculación/orgasmo (mi "objetivo secundario" de reinicio), que también fue sin porno ni sucedáneos para ser coherente con mi objetivo primario. Sigo en camino!
     
  5. MarkosF

    MarkosF Fapstronaut

    Exacto @Andres_Tracker, en eso consiste la "sanación", como dije en otro post, este problema no se "nace", sino que se "hace", y conociendo el proceso de adquisición de la atracción se pueden revertir sus pasos con técnicas sicológicas concretas. Esto que estamos haciendo acá es parte de esa técnica, el problema es que no lo podemos hacer solos, cada uno por su lado, y para nuestro caso es imprescindible hacerlo entre varones. El terapeuta profesional está muy bien, sobre todo para guiarte cuando careces de conocimientos académicos sobre el tema (afortunadamente, no es mi caso), pero si nuestro problema es con varones, sólo con ellos podremos arreglar las "cuentas pendientes" para poder sanar.
     
  6. MarkosF

    MarkosF Fapstronaut

    9 - FIJACIÓN DE MI ATRACCIÓN HOMOSEXUAL EN MI ADOLESCENCIA

    Ayer conté mi proceso de “herida sicoafectiva narcisista” en mi infancia, y de erotización en mi preadolescencia. Y en mis primeros posts analicé con detalle la influencia fundamental del porno y la masturbación temprana en ese mismo proceso. Ahora intentaré seguir profundizando en la etapa inmediatamente posterior, el comienzo de mi adolescencia, etapa en la cual hoy, con ojos de adulto mejor formado e informado, entiendo que se produjo en mi siquis la fijación definitiva y permanente de mi atracción homosexual.

    No es ninguna novedad que la mayoría de varones afectados desde sus primeros años de desarrollo por atracción homosexual, solíamos ser en esa etapa de nuestras vidas (y muchos podemos seguirlo siendo como adultos) niños de personalidad delicada, tímida, pacífica, amable, introvertida, constructiva, solidaria, intelectual… No es ninguna casualidad que la mayoría de varones afectados por este problema, se dediquen en su edad adulta a actividades y profesiones relacionadas con el arte, el servicio social y humanitario, la pedagogía, la atención de débiles y enfermos, la religión o la espiritualidad, la investigación científica y académica… No es la “homosexualidad” lo que determina estas vocaciones, sino el carácter innato de nuestro tipo de personalidad.

    En mi caso (que me consta que también es el de una gran mayoría de varones en mi misma situación) ese carácter innato de mi tipo de personalidad encontró un escollo casi insalvable para mí en ciertas áreas para las cuales mi personalidad no era compatible ni se sentía a gusto: fundamentalmente, en el deporte, y en toda actividad recreativa que implicara esfuerzo y destreza físicos como condición necesaria para interactuar con otros pares. Mi tipo de carácter definitivamente no “entendía” esas maneras de vincularse con otros ni los objetivos implícitos en tales prácticas, y por lo tanto, no las aceptaba, ni las buscaba ni las amaba. Por el contrario, muchas veces, hasta las sufría.

    Poco a poco iba siendo conciente de mi torpeza y disgusto a la hora de la actividad física y del deporte con mis compañeros de colegio. Pero lo peor que le puede pasar a un niño o adolescente en esta situación, es empezar a sentir también el disgusto y la burla de los demás compañeros por su incapacidad para ser como ellos, aunque más no sea en esa actividad tan “estúpida” y “sin sentido” para nuestros propios gustos y aspiraciones particulares.

    ¿Por qué este asunto del deporte y la actividad física se relaciona con la génesis de la atracción homosexual? Porque, generalmente, el conflicto entre el niño o adolescente y el deporte, fortalece y profundiza aquella “herida sicoafectiva narcisista” que tanto menciono, destruyendo todavía más la autoconfianza, autoaceptación, autoestima del chico y, por lo tanto, aumentando la brecha para poder lograr relaciones íntimas sanas con sus pares. Aquí es donde se va fortaleciendo y fijando la idea de que uno es “distinto” a los demás varones, que no encaja con ellos en casi nada, ni siquiera en su propio aspecto físico, y encima, comienza a recibir de parte de los otros compañeros la horrorosa confirmación que tanto temía: eres “MARICÓN”. De aquí a erotizar también el escenario y la situación deportiva, hay sólo un paso.

    Y ese paso, generalmente, se da. En torno a mis 13 años, a la hora del deporte comencé a observar a mis compañeros en detalles que hasta entonces no me habían llamado la atención. Sobre todo, comencé a observar el bulto que formaban sus penes bajo sus pantalones deportivos. Algunos incluso tenían erecciones, y no las disimulaban y seguían actuando frente a todos con total normalidad. Todo esto a mí me impactaba mucho, porque no podía evitar compararlo conmigo mismo, y pensar cuán lejos estaba yo de esa naturalidad y simplicidad con la que mis compañeros ostentaban el bulto de sus penes, mientras yo vivía con oscuridad y ocultamiento mi “humillante” relacionamiento con el mío.

    También fui poco a poco cayendo en la cuenta del progresivo desarrollo sexual de mis compañeros: sus piernas y axilas se cubrían de pelos, muchos comenzaban a afeitarse el bigote (en estos detalles se parecían a mí), pero otros desarrollaban también una musculatura marcada, que ostentaban sacándose la camisa cada vez que la ocasión se los permitía. También eran desenvueltos para contar sus primeras experiencias sexuales, incluso con el porno y la masturbación (la mayoría hablaba sobre eso), pero de una forma no traumática ni obsesiva como en mi caso. En estos varios aspectos, mis inevitables comparaciones conmigo mismo me dejaban un saldo lamentable en mi contra, porque mi juicio sobre mí mismo era demasiado severo y sin parámetros de referencia para matizar y ponderar mis propias virtudes y condiciones. Me consideraba un alfeñique y un pajero. Solamente el porno era mi guía de ideal varonil.

    Está claro que estas vivencias e imágenes con mis compañeros ya no se parecían necesariamente a las que descubrí en el porno explícito unos cuantos meses atrás. Ahora el objeto de mi deseo erótico se estaba volviendo más sutil, más sugerente, más “elaborado”, más intelectualizado. Ya no era aquella primera excitación violenta, explícita, grosera, directamente con cuerpos desnudos en actos sexuales: ahora me excitaban también mis propios pares dialogando y haciendo junto conmigo actos inocentes y saludables en el colegio…

    Otras pocas experiencias que tuve con ellos en esa época tampoco ayudaron, y me dejaron siempre esa sensación de frustración y de distancia inalcanzable a la hora de conseguir cierta intimidad con mis pares. En ese año había en mi grupo un compañero bien desarrollado, y en determinado momento se corrió la voz de que tenía buena verga. Un día en un recreo quedé en el salón junto con él y otros tres o cuatro compañeros, que se pusieron a hablar de su verga, como admirados de su tamaño, y uno de ellos le pidió que nos la mostrara. El compañero enseguida puso su mano en su pantalón para abrir su bragueta. Yo me puse ansioso, para mí sería algo totalmente nuevo y fascinante ver el pene de otro varón de cerca, con esa naturalidad y espontaneidad con la que se estaba dando la charla, y apoyado también por la misma curiosidad de los otros compañeros, lo cual me indicaba de alguna forma que "querer" ver el pene de otro varón no implica necesariamente tener una atracción homosexual hacia él. Incluso me hacía mucha ilusión comparar su pene con el mío, a ver si su tan cacareada fama era como se decía, y hasta fantaseaba con que mi pene podría ser igual o más grande que el suyo… Pero cuando mi compañero estaba por abrir su pantalón, entraron otras personas al salón y decidió no arriesgarse.

    Demás está decir que en cuanto yo regresaba a mi casa, iba derecho a masturbarme recordando todas esas imágenes recientemente adquiridas. La obsesión y compulsividad por estas imágenes era tan grande, que literalmente, tenía que matarme a pajas. Como dije antes, ya no había elementos explícitos en estas imágenes recolectadas, sólo sugerencias, insinuaciones, sutilezas… Por eso desde ese momento mis fantasías eróticas mientras me masturbaba consistían en elaborar “historias” en las cuales yo me veía en mi aspecto varonil tal como veía a mis compañeros, haciendo en la fantasía las mismas cosas varoniles que ellos y que no me atrevía o no "podía" hacer en la realidad. En mi mente me convertía en espectador de mí mismo, en protagonista, siendo admirado y reconocido sexualmente por mis pares. Mi sincero deseo era ser como ellos, sentirme aceptado por ellos, reconocido, estimado, valorado por ellos, no sólo como persona, como compañero sino también (y fundamentalmente) como varón. De alguna manera, esa verga peluda y grande que busco desesperadamente con deseo erotizado desde entonces en cada imagen porno que miro, es la misma verga peluda y grande de aquel compañero, que no llegué a conocer en aquel momento en que pude haberlo hecho con un genuino deseo de autoestima, de aceptación y de sana identificación varonil.
     
    Last edited: Jan 5, 2023
  7. MarkosF

    MarkosF Fapstronaut

    Gracias mi hermano @Andres_Tracker !!! Exactamente, esta vez fueron tus palabras las que me inspiraron a escribir este capítulo, que lo tenía en mente pero no sabía cuándo me iba a poder sentar a escribirlo. Y sabía que también te ibas a sentir reflejado en esa experiencia, de hecho es tan común, es lo que le pasa a la mayoría de varones que terminan en nuestra situación. Pero la vergüenza, el tabú, la ignorancia, la falta de información verdadera, nos mantiene encerrados toda la vida creyendo que somos los únicos que pasan por esto y que nadie más en el mundo nos puede comprender.
     
  8. MarkosF

    MarkosF Fapstronaut

    Hoy día 26 libre de porno, día 12 sin masturbación.

    Les comparto mi experiencia de anoche. Como la vez anterior (12 días atrás) me desperté de golpe tarde en la madrugada, esta vez con una erección involuntaria (o sea, de las llamadas matutinas, no por excitación) y lo primero que se me vino a la mente al sentir mi pene duro fue unas ganas muy tentadoras de empuñar el arma y masturbarme. Estaba medio dormido, no era muy conciente de lo que me pasaba, sólo sentí esas ganas compulsivas de hacer lo mismo que vengo haciendo casi todos los días de mi vida desde que era adolescente, de sentir esos fugaces 10 segundos de cosquilla orgásmica y adictiva en el extremo de mi pene, sacarme la tensión y seguir durmiendo tranquilamente.

    Pero no se asusten, lo bueno de esta vez es que en cuanto fui conciente de lo que estaba sintiendo, mi voluntad pudo más, como que me di cuenta de la estupidez de esas "ganas", y logré rechazarlas y seguir durmiendo sin problema. En la mañana me desperté un poco más tarde de lo habitual, con la erección matutina de siempre, pero sin ningún signo de excitación ni de esas ganas compulsivas de la madrugada. Tampoco sentí ni siento las ráfagas de adrenalina que sentí la vez anterior, y todas las veces anteriores que me venía la "idea" de masturbarme.

    Estoy llegando al límite de mi ciclo sin masturbación (que es de 14 días), no sé si este tipo de episodios se repetirá en los próximos días, pero lo que destaco de la experiencia de anoche es que me pude sobreponer rápidamente a la tentación y no me dejé llevar tan fácilmente por mi instinto compulsivo arraigado durante décadas.
     
    Last edited: Jan 11, 2023
  9. MarkosF

    MarkosF Fapstronaut

    Transitando mi día 15 sin masturbación! Y hasta el momento, sin ganas de hacerla. Superé mi promedio de 14 días, así que de ahora en adelante cada día que pase lo consideraré un buen logro con respecto a este objetivo.

    En cuanto al porno, estoy en mi día 29 libre de porno y de ganas de mirar. Sigo en camino!
     
  10. MarkosF

    MarkosF Fapstronaut

    Día 33. OTRA MASTURBACIÓN

    En la madrugada de anoche llegué a mis buenos 18 días sin masturbación, lo cual fue un gran número para mí, que no estaba logrando superar los 14 días. Y como ya lo he comentado acá, mi estrategia actual es permitirme una masturbación (sin porno) cuando mi organismo y mi mente no puedan controlar esa ansiedad todavía. Así que eso hice.

    Semejanzas con la vez anterior (18 días atrás)

    * Fue en la madrugada, en mi cama, ya dispuesto para dormirme (lugar y momento donde nunca acostumbraba hacerlo antes).
    * Obviamente, y fundamental, SIN porno ni ningún elemento o fantasía excitante, tratando de poner la mente "en blanco" y de no hacerla muy larga.
    * Liberé la tensión y ansiedad y pude descansar tranquilo, y despertarme temprano (aunque el calor de la noche no me ayudó mucho esta vez).
    * También importante: una sola, sin repetir. En ese sentido, tampoco estoy sintiendo efecto "persecutor".
    * No lo vivo como una recaída, sino todo lo contrario, como un éxito de acuerdo con mi estrategia personal.

    Diferencias con la vez anterior

    * El orgasmo fue menos intenso, no como los que tuve toda mi vida, cuando mis órganos sexuales estaban hipersensibilizados. Incluso, ahora la sensación se parece un poco más al "alivio" de cuando estoy orinando.
    * No sentí ráfagas de adrenalina como las veces anteriores. Tal vez sea porque esta vez actué más rápido y no dejé que mi cuerpo empezara a luchar y a enviarme más señales.
    * Llevo más de 30 días en el foro, y por lo tanto, deserotizando constantemente mis fetiches y tabús gracias a verbalizar toda mi historia en mi diario y a interactuar con los compañeros del foro sin vergüenzas ni miedos. Por lo tanto, cada vez estoy logrando identificar y visualizar mejor los verdaderos sentimientos y emociones subyacentes que me incitan a masturbarme.
    * Estos últimos días, y principalmente ayer, venía sintiendo algunas pequeñas frustraciones por cosas que no salían como yo esperaba, y algunos sentimientos de soledad, de rechazo, de incomprensión con distintas personas de mi entorno (no necesariamente por el tema del reinicio). Así que eso me produjo un estado de tristeza, de melancolía, que fue en definitiva lo que identifiqué como desencadenante de esta ansiedad por masturbarme.

    Aprendizaje

    Como hago siempre, todo este "auto-análisis" minucioso tiene que servir para entenderme a mí mismo cada vez mejor y aprender para el futuro para mejorar mi vida, de lo contrario no tendría sentido. Lo que saco en limpio es que el deseo erótico que siempre me impulsó a practicar PMO, la pura "calentura" por el sexo que siempre creí que era la causa de mi deseo de masturbación compulsiva, puede enmascarar en realidad sentimientos y emociones profundas no necesariamente relacionadas con mi libido y mi excitación sexual. El orgasmo parece cumplir también una función de "premio consuelo" para retribuirme en mis momentos de tristeza, frustración y soledad. Al desaparecer casi totalmente las imágenes y fantasías eróticas, estoy pudiendo observar este fenómeno con más claridad.

    Así que hoy empiezo un nuevo ciclo sin masturbación, espero mantener esta marca de 18 días y superarla. Sigo en camino!
     
  11. MarkosF

    MarkosF Fapstronaut

    Bienvenido hermano @HijodelPadre ! Gracias por leer mi testimonio, me alegra mucho que te veas reflejado, para hermanos como tú lo escribí. Cuenta conmigo para lo que te pueda ayudar!!!
     
  12. MarkosF

    MarkosF Fapstronaut

    Día 45. ESTRATEGIA EXITOSA

    Cumplí mis 45 DÍAS libre de porno y de toda tentación o fantasía morbosa, así como también libre de webcams de masturbación mutua, que era mi última práctica compulsiva de PMO y la que más me estaba costando dejar.

    También hoy estoy transitando mi día 14 desde mi última masturbación (sin porno), o sea que ya estoy logrando mantenerme estable por encima de ese fatídico número, que venía siendo el tope de días para mí. Claro que espero seguir firme por lo menos unos días más hasta llegar a mi marca anterior de 18 días sin masturbación, y tal vez superarla en 1 o 2 días más.

    Lo importante que quiero compartir con ustedes es que mi estrategia, previamente meditada y diseñada durante tantos años, está funcionando y dando resultados excelentes. Sólo me faltaba ponerla en práctica, y para eso me era imprescindible generar los magníficos vínculos íntimos que estoy logrando desde hace unas semanas aquí en el foro, con varios buenos compañeros AP que fui conociendo y que están más o menos en mi misma situación. El proceso de des-erotización de mi relacionamiento con otros varones es POSIBLE, y ya estoy disfrutando de buenos resultados que, como siempre lo tuve en claro, me son de absoluta necesidad para poder enfrentar las tentaciones del PMO con más fortaleza y estabilidad. Sigo en camino!
     
  13. HijodelPadre

    HijodelPadre Fapstronaut

    Estoy leyendo por segunda vez tu testimonio y vengo a publicar esta respuesta para darte gracias abiertamente por tu valentía. ¡Qué huevazos tienes! Me parece increíble que en tan poco tiempo (entraste en el blog a mediados de diciembre) hayas hecho un progreso tan grande, después de haber luchado tanto contra PMO.

    Yo llevo 11 días limpio y me pasa lo mismo. Supongo que se acabará cuando el cuerpo se adapte al nuevo estilo de vida.

    Este punto me gustaría que lo profundizaras, si lo tienes a bien. Deserotizar los recuerdos de la infancia para desconectarlos del PMO. Interesantísimo y súper necesario para mí, profundizar en el cómo.

    Esto es una realidad. El PMO lleva a buscar cada vez cosas más extravagantes, picantes, morbosas, para alcanzar el mismo grado de excitación. Incluso cosas que a uno mismo le dan asco, o que por sus convicciones cree que son destructivas en grado sumo, pero al final cae buscando esa excitación. Es una droga pura la que lleva a desvíos cada vez más grandes.

    Para profundizar también este punto: ¿cómo deserotizar el vínculo? ¿Cómo revertir la herida o trauma psico afectivo? ¿Cómo romper la cadena psicológica que nos hace buscar consuelo y seguridad en el PMO?

    Eso me pasa a mí. Pero aceptarlo ha sido un proceso interior duro.

    ¿Dónde podemos encontrar estos testimonios?
    ¡Gracias!
     
    Last edited: Feb 14, 2023
  14. MarkosF

    MarkosF Fapstronaut

    72 días sin pornografía. 40 días sin masturbación.

    El Evangelio de hoy domingo 26 de febrero comienza: “En aquel tiempo, Jesús fue conducido por el Espíritu al desierto, para ser tentado por el demonio. Pasó cuarenta días y cuarenta noches sin comer y, al final, tuvo hambre.”

    He pasado mis 40 días en el desierto, que se acaban de cumplir. He visto desfilar frente a mis ojos las tentaciones que me ofrecía el Enemigo. He tenido hambre.

    Pero el Señor ya no me dejó caer. Me ha mostrado Su rostro y me ha dado la paz, en la persona de mi hermano. Ya no estoy solo en el desierto, alguien camina conmigo, y yo con él.

    Doy gracias al Señor porque es bueno, porque es eterna Su misericordia.
     
    Mara43, Wy?, TheDark64 and 4 others like this.

Share This Page